El CCIRR nació en 1932, a partir de la voluntad de un grupo de reconocidos empresarios de la ciudad, que entendieron la importancia de trabajar de forma mancomunada para proteger los intereses del sector productivo.
A través de una labor seria y comprometida, sustentada en sus principios fundacionales, la institución ha sabido ganarse una sólida reputación, y se ha consolidado como referente de la industria, el comercio y los servicios de la ciudad y su zona de influencia. Ha sido, en este sentido, protagonista de los más importantes logros en materia de infraestructura, educación y sustentabilidad, entre tantos otros; y ha contribuido al debate público - privado con una visión de largo plazo, que se nutre de los valores de los pioneros pero que busca construir mirando hacia el futuro.
En este marco, y coincidiendo con la celebración de su 90 aniversario, la entidad se propuso concretar una
Estrategia de Integridad Institucional que explicite estos valores identitarios y potencie la relación con sus diversos grupos de interés, a partir de una conducta basada en la transparencia, la confianza, el respeto, la cordialidad, el cumplimiento de la palabra y la actuación de buena fe.
Así, la propuesta se vincula con el objetivo 2032 de la entidad, que es el de transformarse en una organización más diversa, participativa, resiliente, dinámica y ágil capaz de crear valor para sus asociados y de posicionar una agenda de desarrollo empresarial sostenible que contribuya al bienestar general de la comunidad.
A la vez, se sustenta a partir del compromiso asumido en el marco de la adhesión a la Red Argentina del Pacto Global de Naciones Unidas (PGNU), vigente desde 2008. En particular, contribuye con el principio número 10, el cual brega “las empresas deberían trabajar contra la corrupción en todas sus formas, como la extorsión y el soborno” que, a su vez, se relaciona con la meta número 6 de “crear a todos los niveles instituciones eficaces y transparentes que rindan cuentas” del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 16 de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La puesta en marcha de este proyecto fue liderada por Iván Acosta, director general de la entidad; Natalia Aquilino, ex directora general; Romina Denardi, responsable de Comunicación Institucional; y Guillermina Nicola, secretaria técnica, hasta el momento de su desvinculación. Este equipo contó con el aporte de un Grupo de Apoyo Temporal (GAT) integrado por Mauricio Rizzotto, Diego Castro, Andrés Ferrero, Valeria Húbeli, Raquel Frautschi y Mariano López. También colaboraron Benjamín Albrecht, ex director general, actualmente desempeñándose en Acerma; Leandro Blanche, del Grupo Sancor Seguros; Mariela Heinen y Marina Bravino, de Saputo; Mauricio Basso, de Grupo Industrial Basso; y Regina Gaggiotti, de Estudio Brons y Salas.
El documento -que fue presentado y aprobado en la Asamblea General Ordinaria del 6 de noviembre de 2023- incluye una exposición de los fundamentos, consideraciones generales, alcance y objetivos de la Estrategia; un desglose de los principios rectores de la entidad; y un detalle de los hechos que pueden denunciarse, el canal para hacerlo y consideraciones respecto de la confidencialidad y la protección del denunciante, entre otros aspectos operativos. Además, establece la conformación de una Comisión de Integridad, que será el órgano institucional encargado del seguimiento y supervisión de la ejecución de la Estrategia.